Hace aproximadamente 30 años... Yo era bastante fan de Michael Jackson. En esa época en mi casa no había ni ordenador, ni internet, ni teléfonos móviles. Los únicos materiales supceptibles de ser venerados se encontraban en las revistas, libros, o ¡la televisión! Y suerte si tenías un vídeo donde poder grabarte directamente de la tele. Así ocurrió cierto día que emitieron una mini serie sobre su vida, con actores y actrices. En esa peli, salía una escena en la que un Michael-niño de unos 5 años- cantaba por primera vez en la audición del colegio una canción del musical "Sonrisas y Lágrimas" (The sound of music). A mí ya me entusiasmaba cantar, y cómo no, si esa canción había sido el debut para él... era un dato de lo más especial. Yo me la aprendí al dedillo. A día de hoy aún la recuerdo de memoria.
Parece que eso de cumplir años la pone a una un poco ñoña, lo reconozco. Pero creo que mis cuelgues cantando por las esquinas -y los cuartos baño ¡ojo!- mil y una veces la misma canción me han hecho probablemente aprender a cantar (y... madre mía tengo una lista de canciones bastante larga).
Esta canción en particular es una de mis prácticas habituales y ha pasado por varios puntos técnicos y emocionales: Climb Every Mountain, habla de seguir los sueños cueste lo que cueste. Y aquí quería yo llegar... Es mi manera de felicitarme -a mí misma- la efemérides de cumplir años, recordándome que a pesar de estos tiempos extraños, que impiden tener perspectiva alguna, a pesar de las montañas e incluso los barrancos, debo ser fiel a mis sueños, no sólo artísticos sino también personales. Amén.
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