La mujer en el Jazz
(Artículo original que fue adaptado para los programas emitidos en À Punt en el programa "Jazz Cru")
En la cultura y en el arte siempre ha habido grandes mujeres desconocidas por el propio tiempo… así también ha sucedido en la música y en todas sus facetas, como la del jazz.
Pero como es de imaginar… siempre, las mujeres, hemos estado ahí, siempre, hemos participado de las grandes cosas y de las pequeñas cosas, en sus comienzos, sus desarrollos, sus finales, sus transformaciones… Y eso… ya lo sabemos todos.
Se habla de las “grandes pioneras” del jazz. Tal vez unos pocos nombres que han podido trascender y permanecer en el imaginario colectivo; mujeres que a pesar de la infinidad de obstáculos en los que se vieron, como la profunda desigualdad de una sociedad machista y racista, sociedad en la que se forjó el jazz…,pudieron destacar y desarrollarse como artistas con cierta libertad creativa.
En aquellas primeras épocas en las que el mundo vio los resquicios de la esclavitud, el jazz se forja como manifestación poderosa de una realidad social, nacida de estas raíces africanas; las trayectorias de muchas mujeres se vieron condicionadas por estas circunstancias. Esta música era vista como “de hombres” por definición, y pronto se dibujó un claro perfil: el músico, de latente precariedad, mal pagado, con una actitud de autoconfianza agresiva, una dedicación plena al oficio, alejándose de la vida familiar, y por añadidura, un eficaz desenvolvimiento en los peligrosos ambientes nocturnos. Como era de esperar, este no parece el lugar apropiado para una mujer, ni antes ni ahora… Y las que se aventuraban a vivir tales vidas eran además unas mujeres de mala reputación. ¡¡Afortunadamente los perfiles han ido cambiando!!
(Ja!!) Pero a pesar de todo y con tantas circunstancias como mujeres, siempre estuvimos presentes.
Parece que los estereotipos nos relegaron al único rol de cantantes, pero desmintamos el mito… se pueden rastrear muchos nombres de excelentes instrumentistas, compositoras y arreglistas, además de cantantes, a lo largo de toda la historia del jazz.
Pero aunque así fuera, aunque descubrieramos que hay muchas más cantantes… ¿Qué sería de la historia del jazz sin ellas? Todos tenemos en nuestra memoria cultural las voces de mujeres como Billie Holiday o Ella Fitzgerald…. Y es que son la mujeres, en gran mayoría, las que transmiten los legados y la tradición, a través de las canciones, sus melodías y sus ritmos. Fueron aquellas madres esclavas que vinieron de África las que cantaron a sus bebés y sembraron las semillas de su continente allá donde pudieron vivir.
Hoy en día, con mucho camino todavía por recorrer en materia de igualdad, podemos afirmar que las mujeres van conquistando los lugares que merecen sin ser víctimas de discriminación por género; podemos ser artistas y no “mujeres florero” y ni siquiera llevar vestidos o tacones… tan sólo hacer bien nuestro arte... o nuestro oficio, sea cantando o desempeñando los mismos roles que cualquier hombre. Al menos, así me gustaría que fuera… poco a poco.
Pero lo que más me atrapa de este presente en la música, es la infinidad de posibilidades que ofrece. La palabra Jazz, parece que ha abierto sus puertas a nuevos significados; ya no es sólo una música que nació en el seno de una raza en unas circunstancias históricas… ya es una música con infinitos brotes, ramas, flores…
Sería interesante conocer algunos de los nombres de esas mujeres que han estado a lo largo de la historia formando parte del Jazz, pare revivir su memoria y rendir tributo. O incluso una Playlist en Spotify con temas con participación femenina (incluyendo instrumentistas o compositoras, aparte de cantantes).